Conciencia Plena de Actividades Cotidianas

Práctica 2. Conciencia Plena de Actividades Cotidianas

La conciencia plena (Mindfulness) ofrece una alternativa de calma y descanso de la mente.
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Cuando prestas atención plena a aquello que realizas reeducas a tu cerebro a estar centrado en una sola cosa, la experiencia presente. Es un principio sencillo aplicable a todo lo que hagas.

Con la ayuda de Mindfulness, puedes detener el hábito de estar inmerso en ese continuo diálogo interno, que se agudiza en etapas de mayor estrés. Muchas veces esta mente distraída o «en babia», muy lejos de ser útil para solucionar los problemas, es la que agudiza la ansiedad y la depresión.

Aplicar la conciencia plena a las actividades cotidianas, tiene un efecto tranquilizador. Centrar la mente en el aquí y el ahora, reduce el ritmo desenfrenado del día y disminuye la sensación de vida desbocada de andar haciendo cosas a medias de un lugar a otro sin parar. Las tareas mundanas del día a día ofrecen una gran oportunidad para centrar la mente en ellas, puesto que no requieren gran planificación, y es posible sumergirse con facilidad en vivencia de la experiencia.

5 Ejemplos de Conciencia Plena diaria

Mindfulness al escuchar música

Mientras escuchas música, céntrate realmente en las cualidades de los sonidos que escuchas: en el timbre, en la duración, en las vibraciones que te transmiten las notas. Puedes beneficiarte de oír música, ya que de por sí es terapéutica y tiene un carácter tranquilizador.

Mindfulness al lavar los platos

Toma conciencia del hecho de que estás respirando y toma contacto con la sensación del agua en las manos. Siente tacto del jabón tibio en tus manos y de la sensación que se te queda al retirarlo con el agua. Observa tu piel a través del agua clara y cómo el agua envuelve el dorso de tu mano y los dedos. Coge uno de los platos y limpialo con intención, observa los movimientos de tus manos y brazos. Cuando hayas acabado date cuenta de la sensación de satisfacción de acabar una tarea.

Mindfulness y la observación consciente

En cualquier momento del día escoge un objeto. Puede ser un bolígrafo, un tenedor, el teléfono móvil, etc. Centra plenamente tu atención en él, como si fuese la primera vez que lo ves. Tan sólo obsérvalo. Explora cómo es con una mente abierta y curiosa. Date cuenta de cómo tu mente se enfoca en el momento presente y se libera de pensamientos.

También puedes cerrar los ojos y centrarte en los sonidos de tu alrededor, dándote cuenta del espacio que te rodea y cómo tu cerebro forma una imagen mental del mundo exterior. Una acción tan simple ayuda a que tu mente se tranquilice y a continuación puedes reemprender tu actividad normal con una actitud más calmada.

Mindfulness al lavarte los dientes

Toma conciencia de tus pies en el suelo y la postura en la que te encuentras. Siente el cepillo de sientes en tu boca y el aroma y textura de la pasta dentífrica. Observa los sabios movimientos de tu brazo y mano. Siente la sensación de frescor que te produce el cepillado.

Mindfulness al ordenar la casa

Hacer de tu casa un refugio tiene un efecto de descanso y tranquilidad. El desorden es un estresor en sí mismo. Puedes ordenar tu casa con plena conciencia, como si se tratase de un ejercicio de autocuidado, en vez de como una tarea. Simplemente céntrate en lo que estás haciendo y cómo lo estás haciendo. Deja de lado los pensamientos y sumérgete en la vivencia de la experiencia de lo que estás haciendo.

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